En dos de los lugares que he visitado (Valladolid y Gran Canaria) durante estos días de gira por España, como integrante del equipo técnico de Fundación EDEX, hemos cerrado las 8 o 10 horas de trabajo en grupo, con la inspiración de aquello que Albert Einstein solía decir: “comprendes realmente algo cuando eres capaz de explicárselo a tu abuela“. Han sido encuentros de formación girando en torno a la conversación, pedagogía por la que hemos optado, desde hace ya cerca de 20 años, para aprender y enseñar Habilidades para la Vida. Nos complace la oportunidad humanizante que esta pedagogía conlleva a la vez que en ella misma hay siempre espacio para la práctica de las 10 destrezas psicosociales que propone este enfoque.
Te invito a asomarte a estos relatos con los cuales, además de conversar y recordar a estos seres clave en nuestras historias, hemos evaluado lo que han sido estos talleres con los equipos de profesionales que aportan a la promoción de la salud de sus comunidades. Enhorabuena para todos. Aquí dejo sólo una docena de ellos, tomados de más de 40 que me llevo como tesoros en mi chistera. Muchas gracias al Servicio de Promoción de la Salud del Gobierno de Canarias y de la Junta de Castilla y León:
La próxima semana en Sestao y Portugalete, en el País Vasco.
El verbo protagonista de este post es de los más conjugados en nuestras prácticas pedagógicas. Empieza por “E” y no es enseñar, pero con él se aprende mucho. Tampoco es “Enamorar”, pero quien lo conjuga conquista mundos y personas. Tampoco es “Emocionar”, aunque es emoción pura y sirve para lo que sirven las emociones, para hacer contacto. Si le preguntáramos a nuestro invitado cuál es su amigo favorito, probablemente nos diría que el verbo “Hablar”, un amigo con defectos y virtudes, como suele ser, porque aunque empieza con la letra muda, a veces, acaba con cualquiera, sobre todo cuando lo quiere decir todo.
Otra pista
Nuestro verbo invitado al post de esta semana es el verbo más parecido a “Amar”. Esta comparación, tan merecida, la leí hace muchos años en “La importancia de hablar mierda o los hilos invisibles del tejido social”, el título más curioso que he visto en mi vida para un libro, escrito por Nicolás Buenaventura, editado en 1995, en Colombia, por la Cooperativa Editorial del Magisterio:
“Pienso que el verbo más parecido a amar es escuchar. Por esa razón, si me tocara simbolizar a un amante, quizás pintaría a un hombrecillo con unas orejas descomunales, como antenas parabólicas. En verdad, el único regalo que uno le puede hacer al otro, legítimamente, es escucharlo palabra a palabra” (Les invito a leer todo el capítulo del Buen amor-págs. 53 a la 61)
A veces, no sabemos qué regalar a esos seres que tanto queremos – a nuestras niñas, niños y jóvenes- y nos “empeñamos” en gastar tiempo y dinero en todo tipo de juguetes y cachivaches. Y las llevamos puestas siempre. Para la próxima oportunidad, ya sabes, puedes regalarles –o mejor prestarles- tus OREJAS (como el título de una de nuestras historias de Retomemos).
26 de junio
Nos alegra que la UNODC haya decidido conjugar este verbo para su celebración del Día Internacional Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas durante el 2016: “Escuchar a los niños y jóvenes es el primer paso para ayudarlos a crecer sanos y seguros”. En el siguiente enlace accedes al video y al resto de información de su campaña, titulada “Escuchar primero”.
No hay duda que son muchas cosas las que podemos aprender de estas personas, descubridoras de este mundo adulto que damos por hecho. Sólo es cuestión de escucharles sus preguntas, sus ideas, sus conclusiones, con calma y mucha atención. Aprenderemos juntos. Donde hay escucha es posible la conversación, que es, justamente, la propuesta de comunicación que desde Fundación EDEX proponemos para la escuela, la familia y la ciudadanía en general.
Calla un poco
Aquí hay un ejemplo de lo que sucede cuando sólo recordamos que tenemos boca. Lo ha escrito una persona que ha participado en la 1ª. Edición de “La Aventura de la Crianza”, nuestro curso online para madres y padres que finalizó el pasado 10 de junio. Es pediatra y de su práctica diaria ha construido su relato:
“En cuanto entran el adulto (padre, madre o quien sea) y el niño (mi paciente) a mi consulta, lo primero que hago es preguntar: “¿Qué te pasa Juanito?” y enseguida me contestan los padres. Yo insisto mirando al niño: “¿No te encuentras bien?” Y si veo que la cosa continúa en broma, digo: “¡Estoy hablando con Juanito!” Siempre me dirijo al niño (lógicamente incluyo a los adultos en mi discurso pero el principal es el niño). Lo bueno es que más de una vez me ha pasado que los mensajes son contrapuestos y en este caso el adulto dice: “No le hagas caso, es pequeño y no se entera”. Es una lucha constante. Y claro, qué pasa con el tiempo… que llega el o la adolescente y cuando le digo: “¿Qué te pasa?”, le dicen a su madre: “Díselo tú que yo no lo sé”.
Promueve su expresión
Y aquí otro ejemplo de lo que sucede cuando nos disponemos a hacerles nuestro mejor regalo: escucharles: Lo ha escrito una maestra que participó en la X Edición del TransCurso, otra de nuestras ofertas formativas en línea:
“Me sirve tanto este curso…Esta semana invertí una hora de clase en invitar a unas niñas, que no se entendían, a conversar. Nos sentamos las 7 en el suelo. Pudieron explicar a su compañera que la quieren, pero que se sienten controladas por ella. Que no quieren perderla, pero que sus relaciones no son exclusivas con ella, que quieren poder liderar el grupo entre todas, que es una persona valiosa por si sola sin controlar los actos de los demás.
Pudieron expresarlo de forma asertiva, sin reproches, contando cómo se sentían ante su control. Paula calló mucho rato, finalmente llorando les explicó que su padre la infravalora tanto que en su casa se siente que no vale nada. Como contrapartida, quiere llamar la atención en clase y en su entorno, necesita controlar todas sus relaciones.
Sus amigas lloraron con ella. No sabían eso. En un momento determinado, empezaron a abrazarse unas con otras.
Poder expresar sus miedos delante de mí les dio seguridad. Me hizo feliz brindarles ese espacio y ese momento para hablar sin ser menos ni ser más. A la mañana siguiente tenían los ojos hinchados, pero habían dado un primer paso para sanear sus relaciones”.
Cuerpos dotados para la escucha
Nuestra biología lo tiene tan claro que no en vano nos ha puesto DOS orejas y una SOLA boca, para escuchar el doble de lo que hablamos. Desde nuestros programas y desde nuestras ofertas formativas en Habilidades para la Vida, en Fundación EDEX seguiremos conjugando en plural y en singular al protagonista de este manojo de palabras, que era muy fácil de adivinar, tanto como decidirnos a ponerlo en juego.
Visítanos en Facebook para conocer más sobre lo que hacemos para aprender a escucharnos mejor.
Algo pasa en la escuela
En los Cuentos para conversar va a encontrar historias cotidianas: un amigo que quiere copiar la tarea de su compañera; otro que come más de la cuenta; alguno al que le molestan por tener los dientes grandes; aquella a la que le tocan su cuerpo mientras va en un autobús; uno que permanece solo y bajo llave en casa; otra que enferma y no puede ir a la escuela, y no falta quien pide a su papá que le ayude en las tareas. Situaciones comunes y corrientes, propias de la vida de muchas niñas y niños. Son 44 historias contadas en un máximo 3 minutos, de las cuales 38 están en dibujo animado, y pueden verse en el canal correspondiente de tv.edex.
Una vez que el relato es visto o escuchado, algo pasa en el salón de clases. Niñas y niños empiezan a recordar situaciones similares que han vivido; relacionan el relato con algo que sintieron, que no fue igual pero se le parece; hay quien no se aguanta las ganas y decide conversarla con quien tiene cerca.
Lo que parece y es un acto divertido y relajado (escuchar historias en un salón de clases) se transforma en la oportunidad de que la vida cotidiana ingrese al aula, para que niñas y niños empiecen a comentar lo que les pasa y a aprender de ello. Lo hacen en forma significativa al recordar, relacionar y conversar sus propias situaciones. A veces lo comentan en voz alta, delante de todo el grupo. Otras veces lo hacen en silencio, escribiendo en su cuaderno. Algunas más lo comparten en parejas, en pequeños grupos.
En esos momentos la persona docente escucha el doble de lo que habla; propone actividades, facilita que la conversación fluya para que niñas y niños le encuentren sentido a los hábitos saludables y fortalezcan sus Habilidades para la Vida. Por ejemplo, a veces aprenden por qué tiene sentido lavarse los dientes; otras veces aprenden cómo y cuándo pedir ayuda. Escuchándose, aprenden a solidarizarse, a comprenderse mejor, a conectar mejor consigo y con las demás personas. Esta información ayuda a sus docentes a conocerles mejor: quiénes son, qué piensan, qué sienten, cómo viven.
Cómo ponerlo en marcha
No hay magia para lograr este tipo de aprendizajes, lo que se hace es mezclar diversos elementos: por un lado, las historias que se narran con algunas ideas y ejercicios lúdicos asociados a cada una de ellas que vienen en la Guía didáctica que acompaña el estuche con el disco. Esto toma forma y color propio cuando cada persona docente le agrega su energía, experiencia y creatividad. La “fórmula” se completa con la participación activa de niñas y niños. El resultado: espacios cargados de buena energía para hablar, para aprender unas personas de otras y con otras.
“Einstein decía que «la educación es aquello que queda después de olvidar todo lo que nos han enseñado». Comparte en este foro lo que ha quedado en ti después de este TransCURSO. Se reciben también despedidas y manifestaciones de aprecio o “desprecio” que broten espontáneamente”.
Con este texto y con esta fotografía, se plantea el foro titulado “Lo que nos queda” para que el grupo de participantes del TransCurso se despida y comparta su experiencia después de tres meses de formación –online- en Habilidades para la Vida (HpV). Y es de los comentarios allí publicados y de la evaluación que realizamos, de donde hemos extraído tres claves pedagógicas para el aprendizaje de estas habilidades: emoción, conversación y transformación. Con mucha alegría y satisfacción vemos que, tras siete ediciones realizadas, estamos cumpliendo los objetivos que nos planteamos. La docena de fragmentos seleccionados, que copiamos a continuación, son una muestra de los aprendizajes más reiterados por los grupos:
Tras leer estas palabras, que provienen de personas mexicanas, venezolanas, colombianas, españolas, nicaragüenses, uruguayas, ecuatorianas, brasileras, cubanas, paraguayas, dominicanas, costarricenses, argentinas, chilenas, puertorriqueñas, salvadoreñas y guatemaltecas, que han vivido con Fundación EDEX esta experiencia, todas ellas vinculadas, desde diferentes escenarios, con el mundo de la educación de niñas, niños y jóvenes, nos quedan, entre otros, los siguientes aprendizajes:
Hace unos días, Miguel Costa Cabanillas, a quien solemos invitar para que nos deleite con una conferencia-chat, a manera de cierre en el TransCurso, nos regaló generosa y espontáneamente estas palabras:
“He tenido el privilegio de asomarme al mejor curso del planeta Tierra –ni es broma, ni adulación, es sencillamente, admiración y reconocimiento- y, honestamente, no he visto a lo largo de mi carrera profesional un curso tan bien hilvanado, confeccionado, motivante, empoderador y validante. Es un curso único en eso de dejar huella en el alumnado y en los monitores. Los criterios me alucinan por vuestra capacidad e ingenio para comprometer a los participantes y promover un aprendizaje experiencial. Por otra parte, el tema (HpV) tiene una importancia estratégica de tal naturaleza que merecería evaluarlo –me imagino que lo estáis haciendo- y enviarlo a la OMS como ejemplo de buenas prácticas para el Desarrollo Humano. Un fuerte abrazo con deseo de que tengáis un gozoso 2015″.
Todo lo anterior nos motiva a continuar con este TransCurso, que el próximo 23 de febrero inicia su octava edición. De igual manera, ha sido el combustible para cocinar la segunda oferta online de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, esta vez dirigida a familias, que esperamos iniciar el próximo otoño. Conservaremos la cercanía, la emoción y el enfoque vivencial logrado en esta experiencia. Innovaremos en todo lo necesario para humanizar más nuestras maneras de aprender, de relacionarnos y de acompañar a nuestras niñas, niños y jóvenes.