Educar para vivir, educar para convivir.
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Foto de Olya Kobruseva en Pexels

PRIMERA ESCENA

La mesa está puesta y la familia en pleno espera a que Brigitte sirva la cena de navidad. Al ver la comida, la abuela Hilde propone: – “¿Por qué no cocinar algo distinto?” – “¡Mamá!, Las papas y las salchichas son nuestra tradición. Es lo que comíamos cuando era niña“; – “La tradición no es excusa“, añade Hilde. “Comíamos eso porque tu padre gastaba todo el dinero en alcohol“.

Esta pequeña escena del segundo episodio de la miniserie alemana Visita de navidad (ÜberWeihnachten) nos muestra a
la vida cotidiana luciéndose como uno de los recursos pedagógicos más valiosos
para advertir cómo es que se relaciona una persona consigo misma, con otras y
con su contexto. Qué apasionante darse cuenta de lo mucho que desconocemos
sobre el origen de nuestras tradiciones.  Una pregunta elemental como la
de la abuela Hilde, resulta crucial: “¿por qué no cocinar algo distinto?”.
Con ella surge una historia capaz de permitirnos modificar algo que quizás ya
no tiene sentido conservar.

Este es un ejercicio interesante cuando comienza un nuevo año o cuando
queremos reiniciar nuestras vidas: hacer un listado de costumbres y tradiciones
de todo tipo, no solo gastronómicas, sobre todo, de esas que socialmente nos
dicen cómo comportarnos con las personas de otra edad, género, orientación
sexual, condición económica o de otra capacidad funcional. Son infinitas,
también, las tradiciones que tenemos a la hora de amar, odiar o de afrontar
dificultades.

Las Habilidades para la vida nos echan una mano poderosa en esto de cuestionar viejas costumbres y de estrenarnos y entrenarnos en otras diferentes, si es el caso. A esto vienen las personas que se apuntan en los cursos que ofrece nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, sobre todo en los tiempos que corren porque hoy están quedando al descubierto los sinsentidos de muchas de nuestras maneras de hacer la vida. Estrenar maneras de relacionarnos no resulta tan sencillo como cambiar de peinado o vestido. Por eso requiere entrenamiento:

“El primer y gran cambio con este curso ha sido preguntarme todo, darle
lugar a tantas nuevas y posibles respuestas. Esto me ha llevado a vincularme
más libremente y a sentirme así en varias ocasiones”.
(Participante –
El TransCurso – Edic.XXIII)

SEGUNDA ESCENA

Dylan tiene 5 años. Solo quiere lanzar con fuerza la pelota contra la pared. Su hermana mayor cree que lo hace porque está enojado con su mamá por haber dejado la ciudad en la que vivían y con ella a sus amigos del cole y a su abuela. Siente que nadie lo escucha y por eso no quiere escuchar a nadie. Un día, Daniel, el vecino, mientras ayuda en la reparación de la casa a la que se han mudado, le hace una pregunta al chico intentando dar conversación: – Qué mata más gente, ¿Los cocos o los tiburones?  Transcurrieron muchos días para escuchar su respuesta. Dylan necesitaba indagar primero si Daniel era o no digno de su confianza.

¿Cómo saber si alguien es una persona de fiar? ¿Sabes si tú lo eres? La comunidad de vecinos sabe que Daniel lo es y por eso es un actor clave en el manejo de los problemas y conflictos que allí viven un grupo de jóvenes y también, familias como la de Katie, la madre de Dylan, que responde sola por sus hijos.

Esta segunda escena, tomada de la película inglesa Yo, Daniel Blake, nos acerca al sentido que tiene fortalecer nuestras Habilidades para la Vida y con ellas, esa parte ciudadana que es un determinante social de nuestro bienestar individual. ¿Qué tanto nos interesamos e involucramos en el mejoramiento de la calidad de vida de otras personas que no son parte de la familia o de nuestro pequeño círculo de amistades?

En mi relación con la comunidad me propuse en este curso plantar
verduras, hortalizas y frutas en el espacio más cercano a la casa. He hablado
con la AAVV y no se oponen, al contrario, nos ayudarán con algunos materiales y
hemos acordado esperar a la primavera ya que van a hacer obras cerca de ese
espacio. Una vecina también se ha animado a hacerlo en el espacio de delante de
su casa”. (Participante – Con Otros Ojos 3a. edición)

TERCERA ESCENA

Esta última escena puede ser la tuya. Anímate a participar en alguno de los cursos que ofrecemos este inicio de año con los cuales podrás aumentar tus capacidades para protagonizar nuevas costumbres en tus relaciones laborales, familiares, ciudadanas y las que tienes contigo. Las puertas están abiertas para que formes parte de alguno de estos grupos. Haciendo clic en el enlace de cada uno, revisa fechas, objetivos y precios:

Con Otros Ojos – 4ª. Edición: Inicia el 15 de febrero

Prevención con “P” de personas – 7ª. Edición:  Inicia el 15 de febrero

La Aventura de la Crianza – 5ª. Edición: Inicia el 12 de abril.

El TransCurso – Edición XXIV: comenzó el 25 de enero. Esta es la primera edición en la que los contenidos están en castellano y catalán, gracias al apoyo de Dipsalut. La próxima edición iniciará el 20 de septiembre de 2021.

Con varias escenas de la vida cotidiana tomadas del cine, de la música, de
la literatura y de la prensa iberoamericana, podrás disfrutar mientras te
entrenas en las Habilidades para la Vida y estrenas maneras para relacionarte
con otros seres humanos, otros seres vivos y contigo:

“Es la mejor propuesta pedagógica que he conocido en formato telemático.
No resulta fácil llegar al corazón, al sentido vivencial más íntimo en este
tipo de plataforma, y ustedes lo consiguen. Felicidades por ello!”
.
(participante – El TransCurso, Ed. XXIII)

La vida creativa. Esas tres palabras fueron las claves del concepto  Salud construido en la Oficina de Bienestar y Salud (OBS) de la Universidad de Costa Rica (UCR), durante el 2019. La definieron como “la habilidad de las personas y colectivos para la adaptación, creación e innovación en nuestro diario vivir”. Si se leen esas palabras con el lente del 2020, parecerían escritas como faro para vivir la pandemia en que nos encontramos. Lo cierto es que no llegaron a ellas por casualidad ni por reacción, sino por decisión. Acá les contamos la historia.

Año de la salud mental

El asunto empezó a finales de 2018, cuando el Consejo Universitario adoptó el 2020 como el año de la Salud Mental. De inmediato solicitó a la Oficina de Bienestar y Salud (OBS) la elaboración de un plan de trabajo para promoverla entre la comunidad universitaria. Como nos comentó Cynthia Córdoba, psicóloga de la OBS, aprovecharon la oportunidad para hacerse dos preguntas clave: “¿Cómo funciona nuestro sistema de salud? ¿Cuál es el concepto de salud que nos orienta más allá de la ausencia de enfermedad?”.

Con la orientación de Alcira Castillo, el equipo de profesionales de la OBS (provenientes de las Ciencias Sociales, la Salud y del Movimiento Humano) reflexionó sobre cómo se construyen la Salud y el Bienestar. Así llegaron a la propuesta de la vida creativa como manera de alcanzarlos: “Implica tomar mayor conciencia de los acontecimientos, sucesos y fenómenos que acontecen en nuestro interior; valorar más y mejor lo existente; identificar oportunidades de mejora; descubrir y aprovechar tanto nuestras propias ideas como las ideas de los demás y transformarlas. Es convertir un momento ordinario en algo extraordinario”.

¿Y el camino?

Este enfoque significaba reorientar los servicios de la OBS hacia la promoción de la salud, una decisión que emocionó a todo el equipo. Ahora era necesario buscar un “cómo” y se pusieron a investigar sobre las Habilidades para la vida. De la mano de Priscilla Piedra e Iván Darío Chahín, ambas integrantes del equipo docente de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, pudieron conocer cada una de las 10 Habilidades y la propuesta de aprenderlas y enseñarlas de manera vivencial. Al equipo de la OBS le quedó la convicción de que ese podía ser el camino para lograr tener una vida creativa generadora de salud y bienestar, en especial con el enfoque que la Escuela propone: quien fortalece sus “Habilidades para la Vida” se llena de capacidad (se empodera) para afrontar los desafíos que la vida se encargará de ponerle en frente”. Tomado de La Escuela.

Y en esto, llegó el covid-19

La Universidad inició el 2020 con una agenda de trabajo intensa y atractiva, orientada a promover cada mes una de las 10 Habilidades para la vida: en marzo, el pensamiento creativo; en abril, el autoconocimiento; en mayo, el manejo de las emociones y sentimientos; en junio, las relaciones interpersonales; en julio, la comunicación asertiva; en agosto, la empatía; en septiembre, la toma de decisiones; en octubre, la resolución de problemas y conflictos; en noviembre, el manejo de tensiones y estrés; y en diciembre, el pensamiento crítico.

Sin embargo, marzo vino con la covid-19, y enseguida la invitación a disminuir el contacto social y la decisión de la Universidad de promover el teletrabajo redujeron el trabajo presencial. Para un equipo de vida creativa el cambio de condición fue una oportunidad para adaptarse, y lo que estaba pensado presencial se trasladó a la virtualidad. Esto permitió a estudiantado, personal docente, administrativo y directivo de la UCR disfrutar de todo un paquete de mensajes, conferencias y propuestas atractivas y dinámicas para mantenerse sanos, flexibles y vitales. Precisamente en el momento en que más lo necesitaban.

Dar de lo que se tiene

En junio de 2020, la OBS decidió avanzar en la
formación de su equipo en Habilidades para la vida. ¿Qué les movió a tomar esta
decisión? Cynthia Córdoba nos responde: “Dos razones importantes, la
primera que nadie puede dar bienestar si no lo tiene, y por eso enfocamos la
formación en que nuestros colaboradores sientan el bienestar; la segunda, que
necesitábamos que las HpV fueran como la sangre en las venas, que recorriera
toda la oficina, y esto solo se puede hacer con el aporte de todo el equipo de colaboradores”.

A partir de mediados de junio, 30 profesionales que promueven habilidades desde la OBS empezaron a tomar El TransCurso edición XXI: “Ha sido una experiencia muy hermosa, y nos damos cuenta cómo es que la habilidad pasa por, pero no se aprendedesde lo cognitivo. Una de las experiencias agradables ha sido que las tutorías dan testimonio de qué son las habilidades, no las explican, las viven y eso se puede sentir”, comenta Cynthia.

Desde Julio, un segundo grupo de 25 personas de las áreas administrativas y de servicios de la Oficina de Bienestar y Salud, ingresaron a Con Otros Ojos 2ª. Edición. Van por la tercera semana y sus palabras dejan ver cómo avanzan: “Nos da la oportunidad de abrirnos y expresar todas las emociones”. “Noté que en mi crianza me enseñaron a escuchar para contestar y a buscar tener la razón”. “Aprendí a tomar el tiempo para escuchar también las necesidades de la otra persona y darme el tiempo para pensar en mis sentimientos y necesidades”.

Las Habilidades para la Vida en la Universidad

Cerramos la conversación con Cynthia Córdoba explorando qué sentido tiene para una universidad y para su oficina de bienestar incorporar un trabajo sostenido y profundo en Habilidades para la Vida: “Una sensación al hablar con los estudiantes es que el saber académico no es suficiente para ser feliz. Poder saber que somos seres que necesitamos estar integrados, que no somos solo cerebrito caminando, ni corazoncito caminando, sino que tenemos que integrar el saber, el saber hacer y el saber ser”. Sus palabras nos hicieron recordar una reflexión de Fernando Savater a propósito de la Educación: “una cosa es la ciencia que enseña a manejar y a vérselas con los objetos, y otra es la ciencia que enseña a convivir con los sujetos. Lo que necesitamos es una educación que enseñe a convivir con los seres humanos, no sólo a manejar objetos”. Algo en lo cual la Universidad de Costa Rica ya está empeñada.

“Este curso ha sido muy enriquecedor. Me apunté pensando que estaba enfocado en cómo trabajar en clase estas Habilidades, con los alumnos, y me sorprendió la metodología. No tardé mucho en darme cuenta que esa es la metodología necesaria y más adecuada. ¿Cómo voy a transmitir a mis alumnos algo que no aprendí ni viví en primera persona?Mónica

Comenzando mayo se despidieron de nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, 36 personas, mayoría de ellas catalanas, pero también vascas, mexicanas, costaricenses, colombianas, guatemaltecas y dominicanas. Se apuntaron en El TransCurso, Edición XX, que inició el 6 de febrero de 2020. Han sido tres meses de un compartir intenso, comprendiendo cómo son sus relaciones cotidianas consigo mismas, con otras personas y con sus entornos, y a partir de ejercicios, lecturas y escrituras vividas en interacción, transformando algunas de ellas.

Sobre la marcha, el COVID-19 nos pilló y esto impregnó a esta edición de un halo especial. Manejar las tensiones y el estrés se volvió una práctica permanente; identificar las emociones y los sentimientos para expresarlos, era una acción vital; la empatía florecía para ayudar a la gente mayor del vecindario; la conexión consigo misma pedía un puerto para hacer pausas. De repente, teníamos en común el confinamiento y la necesidad de hacer piña. Por eso, despedirnos ha sido aún más emotivo. Para una ocasión así, organizamos un cierre al que pusimos voces a esas fotos pequeñitas de la pantalla. A veces, la palabra escrita se queda corta.

Por eso, a todas las personas que suelen leernos en este blog y en nuestras redes sociales, hoy las invitamos a escucharnos, a abrir bien sus orejas y su corazón para que sean testigas de esta diversidad de voces que se despiden de un curso en línea tras 12 semanas compartiendo, cada una con su propia melodía y estilo, pero todas con esa nostalgia que se siente al decir “hasta luego”.

Si otras personas quieren vivir esta experiencia, ya pueden matricularse en la edición XXV que iniciará el 20 de septiembre. Busca acá toda la información.

Nada sabemos de piedras preciosas pero un día  escuchando a un experto en la materia nos llamó la atención cuando hablaba sobre el verdadero poder de un diamante, una esmeralda o un zafiro. A veces creemos que está en su belleza que nos hace lucirlas o presumir con ellas.  Sin embargo, su poder está en toda la información que son capaces de revelar sobre el vientre que las fabricó: el planeta tierra.

Un planeta de relaciones

Contamos esto porque finalizando el 2018 sospechábamos que teníamos, al interior de nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, una mina llena de piedras preciosas que debíamos excavar para conocer un poco más sobre la matriz que las había hecho posible: el planeta de las relaciones humanas. La mina eran los archivos de El TransCurso, tras 18 ediciones realizadas desde 2012 y, las piedras preciosas, aquellas palabras maestras escritas en estos 7 años, por las 686 personas que han vivido este curso en línea sobre Habilidades para la Vida (HpV).

Te leo y me veo es una publicación realizada a lo largo de 2019 y que hoy les presentamos, que da cuenta del sentido que ha tenido para estas personas hacer este curso en línea en el que han podido, por un lado, revelar cuáles y cómo son las relaciones que tienen y por otro, han iniciado un proceso de transformación en algunas de ellas, con el fortalecimiento de sus Habilidades para la Vida.

Consigo mismas, con otras personas y el contexto

En términos generales, estos cambios se reflejan,
especialmente, en su relación consigo mismas: las personas desean tratarse
mejor, cuidarse como cuidan a las demás y no dejarse de últimas en la fila.
También, en su relación con las demás personas, en donde se destaca la
necesidad y el deseo de transformar la relación con la madre, con la pareja,
con su jefe y con sus hijos o estudiantes adolescentes. Y por último, en la
relación que como ciudadanas tienen con sus contextos aparecen transformaciones
relacionadas con usar menos el coche, consumir menos, reciclar, aportar más al
colectivo con trabajo voluntario, denunciando injusticias y usando la serenidad
(que no conformidad) frente a los conflictos políticos, entre otras. Importa
señalar que han sido mayoritariamente mujeres las que han participado en El
TransCurso. Solo el 18% de sus participantes han sido hombres.

Su nombre

Se llama Te leo y me veo, memoria de un curso en línea,
porque así es la pedagogía que empleamos en El TransCurso. Cada semana, durante
3 meses, las personas escriben su propio texto tras realizar un ejercicio
práctico en alguna de sus relaciones, a la luz de un documento base que sirve
de marco conceptual. Y no basta con escribir su propio texto; es necesario
también, leer al menos un texto de otra persona participante en el curso. Y
allí es cuando muchas personas suelen decir: “cuando te leo, me veo” porque se
propicia un juego de espejos que permite apreciar que nuestras diferencias de edad,
de gustos, de maneras de ser, de nacionalidad, profesión, orientación sexual,
pensamiento político o religioso, hacen parte de ese componente que tenemos en
común: nuestra humanidad, diversa por naturaleza.

5 capítulos

Te leo y me veo contiene una Introducción y cinco capítulos. El primero de ellos habla sobre el TransCurso, para comprender mejor en qué tipo de circunstancia se da el aprendizaje e incluye una presentación breve de las 10 Habilidades para la Vida para que el lector conozca a partir de qué aporte las personas construyen su saber en esta formación. En el segundo capítulo se muestran extractos de los retratos hablados que las personas han construido sobre sí mismas que son a la vez lente y espejo para quien escribe y para quien lee.  El tercer capítulo incluye una síntesis de los tipos de transformaciones que las personas deciden emprender cuando descubren qué tipo de aporte le pueden hacer las HpV a su propia vida. En el cuarto están las evidencias de lo que les ha quedado al finalizar el curso, dejando ver qué han logrado y qué les ha quedado pendiente. Y en el quinto se presenta una colección de piedras o frases preciosas que las personas fueron dejando caer a lo largo de las 12 unidades.

Memoria de un curso en línea

Los cinco capítulos de Te leo y me veo son un
recorrido por el camino andado, y sirven de memoria de siete años de El
TransCurso. Igualmente, son la materia prima para que otras personas construyan
su propio aprendizaje. Ojalá que cuando lo leas, te veas y sea un motor que te
impulse a iniciar transformaciones en tu manera de relacionarte.

Por cierto, el 25 de diciembre, cuando ya estaba cerrada la
edición de Te leo y me veo, recibimos un mensaje navideño, desde Costa
Rica, que habría podido ser parte de esta memoria:

“Los recuerdo con gran cariño
para estas fechas. Ya se me olvidó si fue hace tres o cuatro años que llevé El
TransCurso. Lo que sí recuerdo es todo el bien que generó en mi vida porque
abrí mi mente y me dispuse a aprender con mucha dedicación. Lo más valioso que
aprendí es escuchar, guardar silencio, hacer una pausa y estar consciente de
que no puedo tener una respuesta para todo. Esta enseñanza me ha generado
grandes beneficios en el diario convivir. Deseo que para el año que viene sigan
haciendo TransCursos y que se les matricule mucha, muchísima gente que al igual
que yo, queremos mejorar nuestras vidas cada día.”

Edición 20 y 21

Esperamos que así sea y podamos seguir haciendo más TransCursos. Si quieres que este 2020 sea el año de los cambios en tus relaciones, toma nota de las fechas de los dos cursos que realizaremos: la edición 20, iniciará el 3 de febrero y terminará el 1 de mayo.  Y la edición 21, iniciará el 21 de septiembre y terminará el 18 de diciembre. Toda la información podrás verla en este enlace.

De otra parte, pueden escuchar aquí una entrevista sobre el libro que nos ha hecho la periodista Teresa Yusca en el programa “Vivir para ver” en Radio Euskadi.

Y aquí puedes ver el facebooklive del lanzamiento que se realizó el jueves 2 de abril. Si deseas obtener el libro aquí lo encuentras.

Hay una frase de Montaigne que dice: “la palabra es mitad de quien la pronuncia y mitad de quien la escucha”. Habrán visto que en este blog mencionamos con frecuencia 4 palabras sobre las cuales gira nuestro quehacer en Fundación EDEX: “Habilidades para la Vida”. En este post queremos iniciar aclarando nuestra mitad sobre ellas, esperando aportar así a la mitad que le corresponde a quienes lean esta entrada.

¿De qué habilidades hablamos?

Cuando hablamos de Habilidades para la Vida (HpV) nos referimos a las siguientes 10 destrezas: el autoconocimiento, la toma de decisiones, el pensamiento crítico, el pensamiento creativo, la empatía, el manejo de las emociones y los sentimientos, el manejo de las tensiones y el estrés, la comunicación asertiva, las relaciones interpersonales y el manejo de los problemas y los conflictos. Son las mismas 10 habilidades que en 1993, la OMS agrupó en una iniciativa que denominó así: “Habilidades para la Vida”.

¿Y para cuál vida? 

Cuando decimos que son para la vida estamos pensando en esa fuerza vital que pueden tener nuestras relaciones de manera que sean gratas, ricas y, sobre todo humanas -no inhumanas. Que hagamos lo que hagamos, las personas no nos pisoteemos ni a nosotras mismas ni a ninguna otra persona ni al entorno (éste último entendido como planeta tierra, planeta país, planeta ciudad, planeta barrio, planeta familia, planeta nosotros, etc.). Por eso los dos grandes marcos de esta propuesta son la ética del cuidado y los derechos humanos.

Un camino para la transformación

El entrenamiento en estas 10 HpV en niñas, niños, jóvenes, docentes, familias y demás líderes sociales es una de las maneras o caminos para ir haciendo las transformaciones necesarias para lograr este tipo de relaciones. No es el único, es sólo el que Fundación EDEX ha elegido para afrontar desafíos como los que tenemos hoy relacionados con los consumos, las adicciones, la exclusión, las violencias…

¿Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida?

Aclarado lo anterior, nos resta señalar, también, que aunque desde el año 2000 hemos venido trabajando en este marco conceptual, fue la primera edición de El TransCURSO, uno de nuestros espacios de formación en línea, el que formalizó el comienzo de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, en 2012, Desde entonces, Fundación EDEX  dinamiza este espacio para que las personas y organizaciones de América Latina, el Caribe y España interesadas en aprender y en enseñar estas Habilidades, lo puedan hacer tanto presencialmente como en línea. En las dos modalidades, la pedagogía permite el co-aprendizaje, la conversación y la construcción de sentido en la vida personal y colectiva.

Después de poco más de 2.000 días de trabajo, han sido  más de 8.000 personas certificadas de 22 países diferentes: cerca de 1.000 en línea y las restantes de forma presencial.

Tres de nuestros cursos en línea están por comenzar

En los respectivos enlaces encontrará la información de cada uno. Le invitamos a revisarla detenidamente.

Algunos testimonios de las últimas ediciones

Para terminar, un puñado de testimonios de personas que han hecho estos cursos y que nos permiten acercarnos a otras mitades del significado que tienen estas 4 palabras: “Habilidades para la Vida”:

* “Me pareció muy atractivo el aprender de nosotros mismos también mirando a los demás, poner en la práctica personal los contenidos teóricos…muy interesante”.

* “Excelente, me permitió valorarme, reconocerme, observarme y aprender a no juzgarme ni justificarme en otros/as personas. Leer a compañeras y tutores, recibir sus comentarios fue enriquecedor”.

* “Fue muy agradable y emocionante transitar esta experiencia. Me permitió vivir la magia de la crianza, todo ha cambiado, mi sentir, todo se ve distinto, he cambiado el lente desde donde miro. ¡Gracias y muchas gracias!”

* “Desde que ingresé a la institución donde trabajo he escuchado hablar sobre Habilidades para la Vida, incluso he trabajado con grupos, habilidades como el Autoconocimiento y la Comunicación Asertiva… Sin embargo, no había tomado la decisión de trabajarlas primero conmigo misma, craso error, pues la mejor manera de ayudar a otros es comenzando conmigo.

* “Lo que más me ha aportado el curso ha sido: claridad, ideas, ilusión, recursos y “un buen sabor de boca”.

* “Por primera vez en un conflicto emocional estoy intentando dejar reposar para tomar distancia.”

* “Este curso ha sido una super herramienta para entender que mis niños no son fotocopias mías o de su mami, sino que son individuales y diferentes y, que ellos tienen la suficiente capacidad de autogestionarse, autocontrolarse, que ellos mismos pueden descubrirse, ser emprendedores, ser creativos y más, y que si yo no empiezo a ver eso en mí, primero, menos lo veré en mis hijos, este curso me ha dado un empoderamiento para asumir la crianza desde una perspectiva diferente, ahora veo más claro lo que es criar”.

* “Han sido foros muy abiertos, con una excelente participación y permitiendo la aportación de puntos de vista muy distintos (a la vez que, paradójicamente, similares)”.

Equipo Docente – Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida

Este primer semestre de 2018 nos hemos dado cita, en nuestra sala de reuniones virtuales, las  personas que integramos el Equipo Docente de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida de Fundación EDEX. Queríamos conversar sobre la Empatía para evidenciar y aclarar algunas confusiones frecuentes que hemos venido identificando tanto en nuestros espacios de formación presencial y en línea como también en las redes sociales, en medios de comunicación y en espacios académicos.

A continuación, te invitamos a asomarte a algunos de los matices del debate. Fueron casi dos horas, demasiado extenso para publicarlo completo, así que hemos optado por seleccionar algunos aportes poderosos y matizados.  ¿Qué es, qué no es y qué pasos podemos practicar o entrenar para ser personas empáticas?  Aquí algunas respuestas posibles:

¿CON QUÉ SE SUELE CONFUNDIR LA EMPATÍA?

HILARIO GARRUDO:  Yo creo que la empatía se confunde a menudo con aconsejar, justificar, hacer juicios de valor, con prescribir -que es la más sofisticada- partiendo de nuestras propias tesis. Decimos “te entiendo, pero lo que te conviene hacer es esto…” sin pararnos a pensar en sus necesidades y sentimientos.

PRISCILLA PIEDRA: A mí se me ha ocurrido que el límite más borroso de la empatía es la justificación. Cuando trabajo con mujeres sobrevivientes de violencia, por ejemplo, hay un límite no sólo borroso con la empatía, sino también peligroso, que es justificar al agresor: pensar que comprender al otro es justificar cada una de sus acciones y decisiones.

NATALIA LACRUZ:  Yo agrego la palabra “conexión”La empatía pone en juego nuestra capacidad de conectar con el otro. A mí me parece que es el mayor desafío… es una conexión sin consejos (excepto que la persona solicite explícitamente un consejo) y puede implicar no estar de acuerdo con el otro. Como no tenemos que compartir todos los puntos de vista con el otro para poder empatizar, la empatía es difícil de lograr pero no imposible.

¿CUÁNDO SER O NO SER PERSONA EMPÁTICA?

IVÁN CHAHÍN: Me parece que el juego de las Habilidades para la Vida es como un juego de escaleras: sirven para ir y venir. Son puentes que podemos tender para hacer conexión entre los mundos emocionales, los pensamientos, los sentimientos que tenemos las personas. Y como puentes, no son lugares para permanecer en ellos todo el tiempo.

HILARIO GARRUDO: Eso es…La empatía consiste en conectar y saber desconectar a la vez, es decir, a no quedarte ahí implicado, metido en el mundo emocional de la otra persona. Por ejemplo, a veces las personas adictas piensan que los terapeutas o los profesionales que les atienden debemos ponernos en su lugar; y bien, yo me puedo poner en su lugar, entender lo que sienten en un momento determinado, pero dejaría de ser un referente válido y por lo tanto un terapeuta eficiente o una persona que puede ayudarles al cambio, si no pudiera salir de ese estado emocional de  sobreimplicación.

GLADYS HERRERA: Esto aplicaría también a otros roles, por ejemplo, para docentes o para una madre o un padre.

IVÁN CHAHÍN: Me gusta la imagen con la que graficamos  la empatía en el documento base de esa habilidad en El TransCURSO: es una toma (un enchufe), porque es un poco el juego: en qué momento me conecto (para no quedar inmerso en mi propio mundo emocional y creer que mi posición es la correcta) y en qué momento me desconecto.

NACHO CASTILLÓN: Para mí la empatía es fundamental para curar este mundo. Entonces, ahora mismo, me planteáis que no se puede ser continuamente empático…Yo me pregunto: Entonces, ¿qué?  Hay que estar justo siempre en el equilibrio. Si somos demasiado empáticos generas dependencias, pero si dejamos de serlo pasamos a ser un poco indolentes, no te duelen los problemas ajenos… ya vendrá alguien que lo solucione… Desde mi punto de vista hay que tirarse a la piscina y ahora mismo no sé si hay que tirarse con bikini, con bañador, con toalla… Ahora mismo estoy en un mar de dudas, no tengo muy claro hasta qué nivel de empatía podemos soportar y qué es conveniente soportar, pero vamos, lo que es interesante es la reflexión. Yo creía que lo tenía claro y ahora mismo no lo tengo y siempre que me pasa eso es porque me espera un aprendizaje.

PRESAS O EX – PRESAS

IVAN CHAHÍN: Virginia Imaz, en alguna de sus conferencias, en relación con la empatía decía que cuando una persona recibe una conexión empática logra EXPRESARSE, es decir, ser ex – presa. Así como se habla de ser EX – Marido se podría hablar de ser EX – presa, o sea, has dejado de ser presa gracias a que otra persona aparece y se conecta contigo y dejas de ser presa o preso de tu propia mirada o sentimiento y fluyes a través de ella. Para mí esa es la ganancia de entender la empatía como un momento. Es un momento de liberación para la otra persona, es un momento en el cual yo puedo establecer esa conexión, facilitar que la otra persona fluya y en la cual, lo que yo gano, principalmente, es el reconocimiento de que estamos construidos de la misma fibra, del mismo grupo de emociones porque eso me permite comprender a la otra persona, pero también comprenderme a mí mismo.

NACHO CASTILLÓN: Yo he sentido eso mismo que acaba de decir Iván. Cuando una persona te cuenta algo y siente que tú le entiendes, yo siento esa mirada, “ah, qué buen médico eres”, pero no porque lo sea, a lo mejor es porque se sienten escuchadas. Lo ves en esa mirada y te sientes tan reconfortado. Eso que ha dicho Iván me ha encantado, quitarles esa presión que tenían y permitirles ser ex – PRESAS.

CÓMO SER PERSONAS EMPÁTICAS.

MARÍA JOSÉ CUARTERO: Aquí estamos hablando muy bien sobre la teoría, muy sentados, muy didácticamente, pero luego la cotidianidad nos lleva. Creo que es muy importante cuando hablamos de destrezas, que las vayamos convirtiendo en hábitos cotidianos y teniendo en cuenta los valores, como decía Hilario.  ¿Cómo me posiciono? No juzgando al otro, no creyéndome superior, no creyendo que mis valores son mejores que los tuyos.

Otra posición que me gusta mucho para la empatía es la que nos propone también Virginia Imaz, la del asombro, que por cierto evita que juzguemos, abriendo bien los ojos y diciendo, ¿cuéntame?, ¿qué está pasando?  Con esa posición es más fácil que pueda desarrollar mi empatía.

HILARIO GARRUDO: Yo comparto tres de los pasos que nos habéis enviado en la convocatoria para este debate: 1. CALLAR. Para mí lo más difícil, a veces, es callarse. Como ha comentado antes Nacho, tú escuchas, tranquila y serenamente sin emitir o intentando emitir lo menos posible, estímulos visuales o no verbales para no condicionar. Para mí esa es la primera, y la más difícil: callar.

GLADYS HERRERA: Ahí tenemos una ventaja, Hilario, al estar ONLINE. Tenemos tiempo de pensar. No se ven las caras de aprobación o desaprobación.

HILARIO GARRUDO: Sí, claro. Una vez que somos capaces de callarnos, que a veces en esta sociedad nuestra donde todos sabemos de todo es lo más difícil, lo segundo es ESCUCHAR. Y yo creo que lo tercero…sería EL ACTUAR, “poner la empatía en movimiento”. Yo actúo o hago algo que promueva que la otra persona actúe porque si no, no se ha producido la empatía.  Desde mi punto de vista la empatía tiene que transformarse en acción. Yo la entiendo como la posibilidad del cambio; si yo por mucho que sea empático, y entienda a la otra persona, no posibilito un cambio en su forma de pensar, de sentir o de actuar, me he quedado un poco “corto” en la práctica de la empatía. Esa es mi teoría. ¿Qué opináis?

ODETTE CERRO:  Me ha parecido entender que se está hablando de la empatía como un motor de cambio y para mí eso podría ser un error porque con empatía yo no pretendo nada. No es suficiente lo que dices, sino que además debes cambiar, entonces tampoco estoy entendiendo el dolor del otro. Pasa por entender cómo funciona el otro y entonces que el otro se dé cuenta y eso puede provocar que el otro quiera cambiar, pero no porque yo de entrada quiera que cambie.

ELÍAS A. GÓNGORA: Creo que otro punto importante es notar que hablamos de la empatía muchas veces cuando fallamos y en las emociones negativas, pero la empatía también es para las emociones positivas. Podemos tratar de ser empáticos también cuando la persona está alegre, cuando la persona disfruta la vida y aprender mucho de ello también.

GLADYS HERRERA: Eso que dice Elías me gusta. A veces, solemos decirle a alguien que llega feliz: “ya… cálmate no es para tanto…”.

ELÍAS A. GÓNGORA: no podemos tener una receta única pero sí principios claves. Creo que es una habilidad que tiene mucho que ver con la emoción, incluso en su raíz etimológica, se relaciona con el afecto; y siento que también es muy importante la compasión, pero más en el sentido oriental, que es parecida al perdón. Perdonar no quiere decir olvidar totalmente una experiencia, es más ser sensible al otro para aprender y superar comprendiendo.

GONZALO SILIÓ:  No creo que la empatía sea un fin, es solo una herramienta, un camino, un primer paso. Todos somos muy empáticos con las miles de muertes en el mediterráneo, pero solo algunos se comprometen por cambiar este genocidio y algunos pocos, menos se juegan la vida por salvar otras. José Antonio Marina, prefiere hablar de compasión que de empatía, porque según dice la primera lleva a sentirnos afectados por lo que sentimos en otros, en cambio la empatía es una comprensión que puede provocar comportamientos de toda clase.

PRISCILLA PIEDRA: Retomando los pasos que propone Hilario, ¿qué sigue? Pasar de la emoción a la necesidad: ya comprendo la emoción de la persona, pero qué es lo que necesita. No necesariamente yo se la debo brindar. Eso pasa mucho también en el tema que decía Gladys de los padres porque ser papás es reconocer qué le hace falta, qué necesita, pero no necesariamente yo se lo tengo que dar.

JUAN RADDAMÉS: Yo suelo decir que la labor del psicólogo es como la de la lamparita que se usa para buscar en un lugar oscuro: dar un poco de luz para que la persona encuentre lo que está buscando y en el caso de la empatía creo que es un tema que nos desafía mucho a nosotros los profesionales de la psicología y de la educación porque muchas veces con los estudiantes terminamos aconsejando, dando una norma de cómo hacer las cosas.

¿Y LIGADA A QUÉ VALORES?

HILARIO GARRUDO: Hay un valor que podría ayudarnos a posibilitar ese cambio del que estamos hablando, sin imponer, sin prescribir y es ir con Humildad. Creo que es un valor a desarrollar, ser humildes a la hora de acompañar. Las personas captan si tratamos de dirigirles o sencillamente les acompañamos desde la humildad y el respeto.

GLADYS HERRERA: En el marco general que proponemos para el entrenamiento en Habilidades para la Vida están los derechos humanos y la ética del cuidado. A veces confundimos el cuidar a alguien con “ven y yo lo hago por ti” o “haz lo que yo te digo”.

Esta es una conversación que no se agota. Si quieres hacer tus aportes, es tu turno. Publica aquí abajo tu comentario sobre lo que para ti es y no es la empatía y sobre qué pasos dar, entrenar o practicar para desarrollar los músculos que nos permitan ser personas empáticas.

Seguiremos propiciando más oportunidades para conversar en torno a otras Habilidades para la Vida. A inicios de septiembre, antes de iniciar la Edición XVII del TransCURSO, nos reuniremos nuevamente. Gracias equipo

 

“No me quiero ir. No quiero que el 11 de diciembre se “apague” la plataforma del “TransCurso”. Ha sido mi bastón, mi apoyo, mi escape. Durante estas semanas encontraba sosiego y descubría muchas cosas cada vez que me sentaba con las unidades. …¿Qué puedo decir?…ME QUEDA TOOODO…me voy con el corazón y con los ojos más grandes, con 2 orejas de verdad y 1 boca… ¡creo que esto me lo aplicaré siempre! Ya lo estoy transmitiendo cuando trabajo con los técnicos y los peques. Mando un abrazo virtual, bueno, prefiero un beso…. ¡espero que volvamos a coincidir!” 

Estas fueron las palabras de despedida de una de las cuarenta y cinco participantes en la IX Edición del TransCurso, que terminó el pasado 11 de diciembre de 2015. Se parecen mucho a las palabras del resto del grupo: están cargadas de nostalgia por la partida, de alegría y sorpresa por lo aprendido y de esperanza y gratitud por haber encontrado en las 10 Habilidades para la Vida, herramientas para seguir transformando las relaciones consigo mismos, con las demás personas y el entorno (en ese orden).

Los deseos de continuar

¿Por qué no se quieren ir del TransCurso, si son 12 semanas (3 meses) y además es una formación a través de Internet? Probablemente, porque hay varias oportunidades para implicarse -en el proceso personal y grupal- y eso crea lazos. Y porque, además, resulta una experiencia emocionante y vital:

  • “Cuando empezamos el curso pensé que me aburriría, es que hemos hablado tanto de estos temas a lo largo de nuestra formación como docentes. Pero no fue así. La metodología, los tutores, los participantes, todo me encantó”.
  • “Me gustaba este contacto semanal con todos, leer los comentarios y las experiencias de personas tan distantes y tan próximas a la vez”.
  • “Los conocimientos no sirven de nada si no se llevan a la acción, y el TransCurso me llevó a poner todos mis recursos en acción. Puse acción en situaciones, para mí complicadas, que no sólo fueron resueltas y las relaciones rescatadas o reparadas, sino que siento en mí una persona distinta a la que era”.

No se quieren ir, quizás también, porque se puede respirar una pedagogía en donde todas las personas aprenden y enseñan, como suele suceder en la vida diaria, sin pretensiones, sin calificaciones, muchas veces hasta sin darnos cuenta:

“He podido relacionarme con nuevas personas y leer sus apasionantes historias de vida. Me ha gustado que me dieran apoyo cuando lo requería y me ha gustado poder ofrecerlo. Pienso que a pesar de ser un curso virtual se puede crear un cálido clima lleno de humanidad. GRACIAS A TODOAS por hacerlo posible”.

Cambios que se notan

Y, finalmente, creemos que las personas no se quieren ir del “TransCurso” porque el entrenamiento en Habilidades para la Vida da buenos resultados en el plano de las relaciones: “mis hijos se sienten mejor con mis cambios”; “La relación con mi esposa ha mejorado, está asombrada de mi actitud”; “Hoy puedo decir que mi relación con mi familia mejoró gracias a que puse en práctica lo aprendido en el curso”; “Esta semana decidí divorciarme”.

A nombre de todo el equipo docente de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, gracias a las personas, que aparecen arriba en la fotografía, por habernos acompañado en el TransCurso entre septiembre y diciembre de 2015. Aprendimos mucho en su grata compañía.

Despedida y bienvenida a la vez

Resulta inevitable cerrar este post con más palabras de despedida de este grupo que son a la vez palabras de bienvenida para quienes se animen a formar parte de los nuevos grupos: el de la X Edición, que se realizará del 22 de febrero al 22 de mayo de 2016; el de la XI Edición, entre el 30 de mayo y el 19 de agosto o el de la XII Edición que irá del 19 de septiembre al 9 de diciembre de 2016:

“Como cada lunes a estas horas, desde hace varias semanas, me siento frente al ordenador y frente a la ventana de la habitación para iniciar la tarea semanal del Transcurso. Esta vez será la última. Hace mucho frío en el norte de España; pero, hoy, después de días de lluvia, ha salido el sol. Y eso me pone de buen humor. Simplemente quería despedirme de todos ustedes, escribiendo que ha sido un placer haber compartido un espacio virtual y un tiempo de aprendizaje y de crecimiento personal, grupal y metodológico. Anoche estuve viendo en la televisión una entrevista a Pepe Mújica, el ex-presidente uruguayo (siempre que le escucho, me entran unas ganas irresistibles de hacerme uruguayo). Decía: “tal vez sea el momento de dejar de pensar como españoles, como uruguayos, como chinos… y ponernos a pensar de un modo global y colectivo. Los problemas en África son nuestros problemas, la contaminación de los océanos es nuestra contaminación, las bombas que caen en Siria, están cayendo también encima de nuestras cabezas”. Eso es lo más preciado que me ha concedido haber participado en el Transcurso: ahora tengo los ojos más grandes. Un abrazo y hasta siempre”.

Con testimonios como los que hemos compartido, que se repiten edición tras edición, se renuevan los ánimos de EDEX, promotora del TransCurso y los de la Cátedra de Promoción de la Salud de la Universidad de Girona, que nos acompaña en la acreditación. Si decides formar parte de estas nuevas ediciones, puedes matricularte únicamente, un mes antes de cada inicio, ingresando a http://escuela.habilidadesparalavida.net/login/index.php

Para más información escribe a escuela@edex.es

“Einstein decía que «la educación es aquello que queda después de olvidar todo lo que nos han enseñado». Comparte en este foro lo que ha quedado en ti después de este TransCURSO. Se reciben también despedidas y manifestaciones de aprecio o “desprecio” que broten espontáneamente”.

Con este texto y con esta fotografía,  se plantea el foro titulado “Lo que nos queda” para que el grupo de participantes del TransCurso se despida y comparta su experiencia después de tres meses de formación –online- en Habilidades para la Vida (HpV).  Y es de los comentarios allí publicados y de la evaluación que realizamos, de donde hemos extraído tres claves pedagógicas para el aprendizaje de estas habilidades: emoción, conversación y transformación. Con mucha alegría y satisfacción vemos que, tras siete ediciones realizadas, estamos cumpliendo los objetivos que nos planteamos. La docena de fragmentos seleccionados, que copiamos a continuación, son una muestra de los aprendizajes más reiterados por los grupos:

  • Me voy con una dependencia menos (el cigarro) y con unas metas más. Me voy con una apuesta en firme por mi salud y por el cambio, cambio en cuanto a intentar mejorar lo que me rodea. Me voy repleta, llenísima y a la vez más ligera. Creo que he escrito sobre cosas que no había verbalizado antes y esto alivia carga…”
  •  “Del curso me gustó que fuera muy entretenido. He adquirido un montón de recursos para poder hacer llegar a más personas la “bondad” de las habilidades para la vida. Me gustó mucho también el hacer ejercicios tan personales (cómo cuesta aplicar todo a una misma!) Muchas gracias a todo el grupo, a companer@s, a profesorado… Todo ha sido mágico”.
  • “Otro aspecto bien especial que me llevo de este Transcurso es que me permitió dedicar un tiempo para mí, hacer consciente lo importante que es cuidarnos antes de cuidar a otros. Más que la teoría que profesionalmente conozco, vivenciarlas fue fabuloso.
  • “Hay una frase que me gusta y la quiero compartir. Es de Benjamin Franklin y dice: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”. Precisamente esto ha pasado en este Transcurso al enseñarme e involucrarme. Mi aprendizaje ha sido más significativo. Fue un curso muy innovador, creativo y de participación de todas y todos”.
  • “Tomar parte en este curso fue una excelente oportunidad para conocer a otras personas, otras realidades, e interactuar a través de foros, textos e historias personales. Eso es todo lo que quiero aprender en la vida. Creo en la educación para romper la rutina de los planes de estudio y que puede ir más allá de las paredes de las escuelas”.
  • “Me parece que el aprendizaje entre pares se dio de una manera poco usual al no “vernos” con los ojos; sin embargo nos pudimos ver con el alma… y el conocer a otros y compartir experiencias y comentarios fue de mucha riqueza”.
  • He llegado al final del TransCurso y me llevo una sensación de conexión, hasta íntima, con un montón de gente de éste y aquél lado, incluso hasta cierta sensación de pena porque se termina…”.
  • “Me voy con una biografía a revisar, con necesidad de trabajar y mimar mis relaciones, de hacer más grata la vida a la gente que me rodea queriéndoles mejor, porque mucho ya les quiero”.
  • “Se me saltan las lágrimas y a la vez me siento feliz. Qué afortunada haberos encontrado. Me habéis dado la oportunidad de re-enamorarme de mi misma, de aceptarme con mis defectos y mis virtudes, de tomar las riendas…”
  • “Es una pena que se termine, porque para mí formabais parte de mis tardes-noches, momento del día que me daba el espacio para poder estar con vosotr@s”.
  • “Este curso es la experiencia más hermosa que me ha sucedido en los últimos años, es para vivirlo extasiarse de él, sacarle provecho, es para vivir mejor conmigo, con los demás y con mi entorno”. 
  • “¿Cómo me voy? Muy satisfecha y segura de que la decisión de inscribirme fue excelente. Realmente me encantó el curso”.

Tras leer estas palabras, que provienen de personas mexicanas, venezolanas, colombianas, españolas, nicaragüenses, uruguayas, ecuatorianas, brasileras, cubanas, paraguayas, dominicanas, costarricenses, argentinas, chilenas, puertorriqueñas, salvadoreñas y guatemaltecas, que han vivido con Fundación EDEX esta experiencia, todas ellas vinculadas, desde diferentes escenarios, con el mundo de la educación de niñas, niños y jóvenes, nos quedan, entre otros, los siguientes aprendizajes:

  • Que las Habilidades para la Vida (HpV) son un gran soporte para fortalecer nuestra capacidad de vinculación.
  • Que los espacios u oportunidades que se creen para entrenarnos en estas habilidades deben propiciar eso: vínculos revestidos de afectos y emociones gratas.
  • Que resultan significativas y coherentes aquellas experiencias pedagógicas que ponen su acento en la conversación entre iguales, desprovistas de un centro que pone una calificación e impone un punto de vista, que busca acompañar y hacer fluir la riqueza desde las diversas partes del proceso.

Hace unos días, Miguel Costa Cabanillas, a quien solemos invitar para que nos deleite con una conferencia-chat, a manera de cierre en el TransCurso, nos regaló generosa y espontáneamente estas palabras:

“He tenido el privilegio de asomarme al mejor curso del planeta Tierra –ni es broma, ni adulación, es sencillamente, admiración y reconocimiento- y, honestamente, no he visto a lo largo de mi carrera profesional un curso tan bien hilvanado, confeccionado, motivante, empoderador y validante. Es un curso único en eso de dejar huella en el alumnado y en los monitores.  Los criterios me alucinan por vuestra capacidad e ingenio para comprometer a los participantes y promover un aprendizaje experiencial. Por otra parte, el tema (HpV) tiene una importancia estratégica de tal naturaleza que merecería evaluarlo –me imagino que lo estáis haciendo- y enviarlo a la OMS como ejemplo de buenas prácticas para el Desarrollo Humano. Un fuerte abrazo con deseo de que tengáis un gozoso 2015″.

Todo lo anterior nos motiva a continuar con este TransCurso, que el próximo 23 de febrero inicia su octava edición. De igual manera, ha sido el combustible para cocinar la segunda oferta online de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, esta vez dirigida a familias, que esperamos iniciar el próximo otoño. Conservaremos la cercanía, la emoción y el enfoque vivencial logrado en esta experiencia. Innovaremos en todo lo necesario para humanizar más nuestras maneras de aprender, de relacionarnos y de acompañar a nuestras niñas, niños y jóvenes.

Hoy existe un grupo de 168 personas, en 17 países, que tienen algo en común: un día tomaron la decisión de matricularse en el “TransCurso”, un espacio online de formación que Fundación EDEX viene ofreciendo, desde el 2012, a través de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. De la mano de este grupo, una sospecha que teníamos está creciendo a pasos agigantados: las personas no hemos venido al mundo para lamentarnos de lo mal que están las cosas o para acostumbrarnos a ellas; hemos venido para lograr que cada día sean un poco mejores.

Una ruta posible para tal propósito es la de irnos de “turismo”, como diría Mafalda, por nuestra propia vida y protagonizar los cambios que queremos ver en el mundo. Esto no es algo que se logre de la noche a la mañana o en 60 horas, que es la carga horaria  del “TransCurso”. Sin embargo, para muchas de estas 168 personas, la experiencia vivida durante estos tres meses ha sido con-movedora, es decir, lo suficientemente significativa como para moverse del punto en el que estaban e iniciar transformaciones. Así lo confirman los testimonios de quienes, en 2014, han participado, que coinciden con las de 2013 y 2012:

–         “Este TransCurso me ha mostrado la variedad de rutas para ir mejorando en la vida. Mi familia nota cambios favorables en mi persona y eso me agrada pues observo una consolidación entre nosotros”.

–         “Me voy de este Transcurso sintiéndome diferente, una mejor persona conmigo misma, pero sobretodo con las personas que me relaciono, como mi familia, mis hijos, mi pareja, con mis amigos, compañeros de trabajo; es sorprendente cómo, con acciones tan sencillas, aplicándolas cotidianamente, se puede generar un cambio tan sorprendente; gracias por devolverme esa capacidad de asombro ante lo sencillo, lo cotidiano y mirar con anteojos diferentes a las personas, a las situaciones, a la vida. ¡Nuevamente muchas gracias¡”

–         “Tengo la sensación de que algo se ha desbloqueado en mi cuerpo y en mi mente… He disfrutado mucho con los ejercicios, con las sugerencias de otros compañer@s y ex alumn@s.  Los xat-conferencia con vosotros…  me sentaron como una inyección de vitaminas. ¡Exquisito! ¡Muchísimas gracias!

–          “Es, sin duda alguna, el MEJOR CURSO en línea que he tomado”

–         “Este curso es la experiencia más hermosa que me ha sucedido en los últimos años. Es para vivirlo, extasiarse de él, sacarle provecho, es para vivir mejor conmigo, con los demás y con mi entorno. ¡Gracias, infinitas gracias!”

–         “Considerando mi carga de trabajo, me pareció excelente la flexibilidad para abordar las temáticas en cuanto al libre horario que cada uno ajustó a su tiempo.”

–         “Lo único que puedo decir es que no me imaginé que aprendería tanto con este curso. Era bastante escéptica. Ahora reconozco que me siento como cuando comencé a estudiar inglés. Creí que nunca lo aprendería. Gracias”

–         “Mi experiencia en este primer acercamiento  a las Habilidades para la Vida es muy agradable. Salgo con “traje nuevo y a la medida”. Uno debe dejar de lado esa “ropa vieja” que está llena de ideas que no resultan favorables para reconocer la otredad y la diversidad cultural”

–         “¡EsteTransCURSO fue como cuando comes algo que te encanta y sólo quieres seguir comiendo! Y lo más maravilloso es que en mi práctica docente he regulado muchas cosas con mis alumnos y en mi salón hemos logrado crear un clima lindo”.

–         “No quería que terminara. Me siento nostálgica pero también transformada y con ímpetu de más transformación. En verdad disfruté mucho este TransCurso, me sentí muy arropada estas 12 semanas, dediqué tiempo de calidad para mí, disfruté, lloré, reí, recordé, suspiré, en fin……… muchos sentimientos”.

Como lo dejan ver estos testimonios, estas 168 personas tienen mucho en común  -lo cual es reconfortarte-. Y también muchas cosas distintas -lo cual es estimulante (como anota Serrat en su canción): algunas son licenciadas en psicología, educación, farmacia, administración, psicopedagogía, odontología, antropología, derecho, sociología, medicina, economía; otras con maestrías en sexualidad, salud pública, educación física, arte, comunicación, promoción de la salud, psicodrama; unas hombres, otras mujeres; unas entre los 21 y 35 años y otras entre los 36 y 60. Toda esta pluralidad  ha venido enriqueciendo al TransCurso, edición tras edición, con los aportes y evaluaciones hechas por los diferentes grupos; se han venido madurando y renovando sus abonos y recursos de manera que cada cosecha arroje mejores frutos. El grupo docente es igualmente diverso: 3 de América Latina y 2 de España, hombres y mujeres.

La séptima edición iniciará el próximo 15 de septiembre y terminará el 5 de diciembre.  Este curso va dirigido a todas aquellas personas interesadas en con-moverse para iniciar pequeños cambios en sus vidas que repercutirán, sin duda, en el tipo de mundo que queremos construir. Y, sobre todo, a aquellas que tienen en sus manos el reto de acompañar la educación de niñas, niños y jóvenes.  Como decía recientemente un tendero de un poblado vecino, “nada peor que un buen consejo acompañado de un mal ejemplo”. Entrenarse en las 10 Habilidades para la Vida es precisamente alcanzar gradualmente esta coherencia. Es dar pasos que nos acerquen, cada vez más, a esa persona capaz de enseñar más con sus actuaciones que con sus definiciones, consciente de su rol eterno de aprendiz.

Las plazas son limitadas. Entre el 18 de agosto y el 13 de septiembre de 2014, puede darse de alta y completar su matrícula, aquí.  Puede ver la información completa en nuestra plataforma: http://escuela.habilidadesparalavida.net/

  • Recursos didácticos Edex
  • eDucare
  • Los Nuevos Vecinos
  • Retomemos