“¡A partir de mañana
no vuelvo a fumar!”

Lleva usted varios días preparándose para este momento. Ha llegado la hora de la verdad. A partir de hoy empieza a ser una persona no fumadora. Felicítese por ello. ¡Es una de las decisiones más inteligentes de su vida!

 

Síndrome de abstinencia

Durante los próximos días puede vivir un síndrome de abstinencia cuyos síntomas más frecuentes suelen ser los siguientes:

Ansiedad
Irritabilidad
Dificultad para concentrarse
Somnolencia (o insomnio)
Dolor de cabeza
Trastornos gastrointestinales
Deseo de fumar

Estos síntomas le incordiarán durante una o dos semanas, y después irán desapareciendo poco a poco. Las ganas de fumar le harán compañía durante más tiempo. Pero, a medida que pasen los días, serán menos frecuentes e intensas.

 

Organice su tiempo siguiendo las instrucciones que le damos a continuación:

Empiece leyendo las razones por las que ha decidido dejar de fumar. Son los motivos que justifican el esfuerzo que hoy y durante los próximos días tendrá que hacer.

Elimine todo el tabaco y retire de su vista todos los artículos relacionados con su etapa de persona fumadora (ceniceros, mecheros, etc.)

Haga público que está dejando de fumar. No lo mantenga oculto por miedo al fracaso. Cuente con orgullo a familiares y amistades que ha decidido no fumar más, y que va a hacer todo lo posible para lograrlo.

De todas las maneras, es cierto que va a tener que renunciar a un placer, pequeño pero real, y eso siempre cuesta. Por ello, vamos a darle algunos consejos para que, mientras usted refuerza su decisión de dejar el tabaco, fumar le resulte lo menos cómodo y satisfactorio posible.