“Como me dé por engordar...”

Al dejar de fumar, es posible que gane peso. Hasta 2 ó 3 Kg. serían resultado de los cambios metabólicos que se producen al eliminar la nicotina. Si pasa de este límite, la razón estriba en que come más.

 

Seguir dietas

No parece conveniente hacer régimen en estos momentos, ya que bastante esfuerzo y disciplina se requiere para mantener a raya el deseo de fumar. Sin embargo, puede evitarse engordar siguiendo unas normas dietéticas elementales:

Cuando tenga ganas de picotear entre comidas, recurra a frutas y hortalizas;

Beba dos vasos de agua antes del desayuno, de la comida y de la cena;

Limite por algún tiempo las comidas grasas y los postres azucarados;

Es un buen momento para empezar a hacer ejercicio (por ejemplo, andar una hora diaria) y quemar las posibles calorías suplementarias.

En todo caso, tenga presente que cuando su situación se normalice, recuperará su peso habitual.

 

Si al dejar de fumar come más, ello puede explicarse por:

• la nicotina inhibe el apetito, por lo que al suspender su consumo aumentan las ganas de comer;

• al dejar de fumar se recuperan los sentidos del gusto y el olfato, por lo que comer resulta más placentero;

• algunas personas ex-fumadoras intentan compensar, por medio de la comida, la ansiedad que les produce no fumar.

En estas condiciones no es difícil engordar. En todo caso, será una reacción pasajera, que luego se recuperará. Ciertamente, a la persona fumadora la desanima seguir ganando kilos y piensa: “¡Va a resultar peor el remedio que la enfermedad!”.