¿Has visto una consola de sonido de las que se usan para producir música o hacer radio? Tiene varias clavijas con las cuales seleccionar lo que quieres destacar. Así puedes subir el volumen de la voz y dejar de fondo una guitarra suave, o solo percusión o voz. Con ella son posibles infinidad de combinaciones. Esta es una de las metáforas que ha utilizado Pete Docter en INSIDE OUT (o Del revés o Intensamente), la película producida por Pixar para Disney.
A la hora de aprender, tienen mucho valor las metáforas porque al usarlas podemos ver en nuestra mente las cualidades que tiene una cosa, en otra; en este caso, las de la consola de música, en la consola emocional de las personas. Al tener una pantalla, puedes ver, por ejemplo, cómo los hombros se te caen y te desanimas cuando sube la clavija de la tristeza; o cómo la tripa se te revuelve cuando sube la clavija del miedo o del asco. La pantalla de la consola emocional es nuestro cuerpo.
Si aprendemos a escuchar y a observar el propio cuerpo y el de las otras personas, a identificar las señales que nos envía constantemente, estaremos en el punto de partida del manejo emocional; sabremos darnos cuenta qué emociones y sentimientos suenan y danzan por dentro y podremos decidir a cuál subir o bajar volumen, o cómo mezclarlas a nuestra manera en nuestra consola emocional.
En 2015 vimos la primera parte de esta película donde transcurre la vida de Ryley durante la infancia, con una consola de 5 canales: el de la ira, el miedo, el asco, la tristeza y la alegría. En aquel momento, escribimos este post. En 2024, en la segunda parte, observamos a una Ryley con 13 años cumplidos, ingresando a su adolescencia y la consola aumenta a 10 canales. Se han sumado la envidia, la vergüenza, el aburrimiento, tímidamente la nostalgia y, arrolladoramente, la ansiedad.
Otras metáforas interesantes
Esta nueva versión viene cargada de más metáforas y personajes significativos para aproximarnos al mundo emocional humano, como la forma que gráficamente toman los recuerdos. Los pintan redondos, transparentes, como video-esferas en las que Ryley puede volver a verse protagonizando los capítulos vividos. Según hayan sido de su agrado, se guardan más cerca o más lejos y van conformando bellas montañas de diversidad de colores y tonalidades.
Junto a los recuerdos aparece la siembra de creencias. Empieza cuando el recuerdo de una vivencia se lleva al terreno propicio para sembrar, el de la identidad. Allí se deposita suavemente, y con el tiempo se cultiva hasta que germina cual cuerda musical o liana del bosque. Basta tensarla suavemente para escuchar la nota de un…” soy una buena persona” o, “no soy tan buena”. Con todo ello se construyen las islas de su personalidad que cambian día a día, según los recuerdos sembrados.
Señalemos que también tiene metáforas, como la del cuartel general, que valdría la pena jubilar y reemplazar por otra no bélica, capaz de enriquecer nuestro imaginario emocional.
La vergüenza
Otro recurso creativo es el personaje caricaturesco que da vida a la vergüenza. Es grande, rosa, inspira ternura y se le muestra tan capaz, como a todos los demás personajes. ¿Cuál es el potencial de esta emoción en particular que ha saltado a la escena en esta segunda entrega del film? En algunas culturas nos vendría bien sentirla con más frecuencia e intensidad, por ejemplo, a la hora de incumplir las reglas del juego en el deporte, en el tránsito vial, en la desigualdad social y, en general, en todos aquellos actos que representan abuso de unas personas sobre otras. Paradójicamente, en otras culturas nos convendría no sentirla tanto, para casos como los relacionados con la educación sex-timental.
La ansiedad
Otro personaje por destacar es el que representa a la ansiedad. En esta película la pintan como un torbellino, imparable, incansable, que no se calla y que termina por agotar el cuerpo habitado. ¿Es una emoción? ¿Aparece con la adolescencia? Estas son algunas de las preguntas que han entrado al debate tras la proyección de Outside 2. Lo que mejor ha hecho este film ha sido, justamente, poner en el centro de la conversación social este tema que incide en la salud mental de las personas y que tras la pandemia viene creciendo. Al igual que las demás protagonistas de esta cinta, la ansiedad es valiosa como información que necesitamos aprender a comprender y a manejar. ¿Qué la aumenta? ¿Qué la disminuye? ¿A qué presiones y situaciones del mundo exterior respondemos con ansiedad?
Aquí es cuando la metáfora de la consola, con su respectiva pantalla a la que llamamos cuerpo, nos ayudará a detectar su presencia. Si fuese prolongada, como con todas las demás emociones, es necesario fortalecer nuestra habilidad para mezclar, subir o bajar volumen y así evitar que una sola emoción lo gobierne todo, nublando el pensamiento, silenciando a las demás y haciéndonos olvidar que es en ese mix en donde está el camino.
Vamos siendo
Esta idea, que solemos utilizar a menudo en nuestras formaciones, queda implícita en Outside 2: a sus 13 años, Ryley no puede seguir siendo la misma que era cuando niña. Ahora es una adolescente y mañana será una persona adulta. Transformarnos es la tarea de la vida, adaptarnos a los nuevos acontecimientos, madurar creencias, pensamientos y sentimientos. Vamos siendo otras con las huellas que van quedando en nuestro ser en cada una de las etapas y de acuerdo con nuestras experiencias. De igual manera, las emociones que nos van habitando van siendo distintas como lo son también las maneras de manejarlas.Nos ponen en movimiento
“No debemos olvidar que los términos motivo y emoción se originan en la misma raíz latina moveré, que significa “mover”. En este sentido, las emociones son, literalmente hablando, lo que nos impulsa a alcanzar nuestros objetivos, aquello que moviliza nuestra energía, y nuestros motivos, a su vez, impulsan nuestras percepciones y modelan nuestras acciones”[i].
Para cerrar, viene bien recordar estas palabras de Daniel Goleman para dar valor a la conversación sobre la educación emocional. No se trata de silenciar las emociones, manteniendo sus clavijas siempre abajo. El arte, como el de un disc-jockey o DJ, es saber qué hay en cada canal (escuchar cada emoción), mezclar, hasta obtener esa música emocional que nos pone en movimiento y en dirección a lo que nos interesa ir siendo, según las circunstancias, según el cultivo de la propia identidad.
* GOLEMAN,D.(1999)La práctica de la inteligencia emocional. Editorial Kairós. Barcelona.124.
“No me quiero ir. No quiero que el 11 de diciembre se “apague” la plataforma del “TransCurso”. Ha sido mi bastón, mi apoyo, mi escape. Durante estas semanas encontraba sosiego y descubría muchas cosas cada vez que me sentaba con las unidades. …¿Qué puedo decir?…ME QUEDA TOOODO…me voy con el corazón y con los ojos más grandes, con 2 orejas de verdad y 1 boca… ¡creo que esto me lo aplicaré siempre! Ya lo estoy transmitiendo cuando trabajo con los técnicos y los peques. Mando un abrazo virtual, bueno, prefiero un beso…. ¡espero que volvamos a coincidir!”
Estas fueron las palabras de despedida de una de las cuarenta y cinco participantes en la IX Edición del TransCurso, que terminó el pasado 11 de diciembre de 2015. Se parecen mucho a las palabras del resto del grupo: están cargadas de nostalgia por la partida, de alegría y sorpresa por lo aprendido y de esperanza y gratitud por haber encontrado en las 10 Habilidades para la Vida, herramientas para seguir transformando las relaciones consigo mismos, con las demás personas y el entorno (en ese orden).
Los deseos de continuar
¿Por qué no se quieren ir del TransCurso, si son 12 semanas (3 meses) y además es una formación a través de Internet? Probablemente, porque hay varias oportunidades para implicarse -en el proceso personal y grupal- y eso crea lazos. Y porque, además, resulta una experiencia emocionante y vital:
No se quieren ir, quizás también, porque se puede respirar una pedagogía en donde todas las personas aprenden y enseñan, como suele suceder en la vida diaria, sin pretensiones, sin calificaciones, muchas veces hasta sin darnos cuenta:
“He podido relacionarme con nuevas personas y leer sus apasionantes historias de vida. Me ha gustado que me dieran apoyo cuando lo requería y me ha gustado poder ofrecerlo. Pienso que a pesar de ser un curso virtual se puede crear un cálido clima lleno de humanidad. GRACIAS A TODOAS por hacerlo posible”.
Cambios que se notan
Y, finalmente, creemos que las personas no se quieren ir del “TransCurso” porque el entrenamiento en Habilidades para la Vida da buenos resultados en el plano de las relaciones: “mis hijos se sienten mejor con mis cambios”; “La relación con mi esposa ha mejorado, está asombrada de mi actitud”; “Hoy puedo decir que mi relación con mi familia mejoró gracias a que puse en práctica lo aprendido en el curso”; “Esta semana decidí divorciarme”.
A nombre de todo el equipo docente de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, gracias a las personas, que aparecen arriba en la fotografía, por habernos acompañado en el TransCurso entre septiembre y diciembre de 2015. Aprendimos mucho en su grata compañía.
Despedida y bienvenida a la vez
Resulta inevitable cerrar este post con más palabras de despedida de este grupo que son a la vez palabras de bienvenida para quienes se animen a formar parte de los nuevos grupos: el de la X Edición, que se realizará del 22 de febrero al 22 de mayo de 2016; el de la XI Edición, entre el 30 de mayo y el 19 de agosto o el de la XII Edición que irá del 19 de septiembre al 9 de diciembre de 2016:
“Como cada lunes a estas horas, desde hace varias semanas, me siento frente al ordenador y frente a la ventana de la habitación para iniciar la tarea semanal del Transcurso. Esta vez será la última. Hace mucho frío en el norte de España; pero, hoy, después de días de lluvia, ha salido el sol. Y eso me pone de buen humor. Simplemente quería despedirme de todos ustedes, escribiendo que ha sido un placer haber compartido un espacio virtual y un tiempo de aprendizaje y de crecimiento personal, grupal y metodológico. Anoche estuve viendo en la televisión una entrevista a Pepe Mújica, el ex-presidente uruguayo (siempre que le escucho, me entran unas ganas irresistibles de hacerme uruguayo). Decía: “tal vez sea el momento de dejar de pensar como españoles, como uruguayos, como chinos… y ponernos a pensar de un modo global y colectivo. Los problemas en África son nuestros problemas, la contaminación de los océanos es nuestra contaminación, las bombas que caen en Siria, están cayendo también encima de nuestras cabezas”. Eso es lo más preciado que me ha concedido haber participado en el Transcurso: ahora tengo los ojos más grandes. Un abrazo y hasta siempre”.
Con testimonios como los que hemos compartido, que se repiten edición tras edición, se renuevan los ánimos de EDEX, promotora del TransCurso y los de la Cátedra de Promoción de la Salud de la Universidad de Girona, que nos acompaña en la acreditación. Si decides formar parte de estas nuevas ediciones, puedes matricularte únicamente, un mes antes de cada inicio, ingresando a http://escuela.habilidadesparalavida.net/login/index.php
Para más información escribe a escuela@edex.es
Antes que nada, les invito a ver la película en mención y, por supuesto, también, a conocer nuestra serie, que tiene protagonistas parecidos: la indecisión, con Isa, la indecisa, a la cabeza; las broncas, con Darío, el de los líos, como su representante; la mentira, en la figura de Rosa, la mentirosa; la tranquilidad, con el nombre de Beto, el coqueto y, la impulsividad, con el de Lida, la atrevida.
A continuación les comparto tres ideas que se reiteran en estas dos producciones que nos sirven para aproximarnos al manejo de las emociones y los sentimientos, una de las 10 Habilidades para la Vida que EDEX promueve en sus programas educativos y ofertas de formación:
En eso andamos en Fundación EDEX, a través de nuestros proyectos y de nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. Nos emociona apostar por la promoción del bienestar social y personal a partir de la promoción de la inteligencia (que es emocional y racional), así, completa.