
Plantea Naciones Unidas como eslogan para conmemorar este año el Día internacional contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas: «Mejor conocimiento para un mejor cuidado». Y esto nos hace pensar en la necesidad de avanzar en estrategias de I+D+i que permitan reforzar actuaciones preventivas en una época en la que, a situaciones de confinamiento estricto como la del segundo trimestre de 2020, es previsible que le sigan otras de menor intensidad. Una situación incierta que hace necesario redefinir las iniciativas de prevención para acomodarlas a las nuevas exigencias y posibilidades del entorno.
En nuestro caso, desde el pasado mes de enero gestionamos el Programa Municipal de Prevención de Adicciones 2020-2022 del Ayuntamiento de Sestao, que contempla la dinamización de diversas iniciativas en los ámbitos educativo, familiar y comunitario. Cuando estábamos manteniendo encuentros con los diversos sectores de la comunidad, el Consejo de Ministros aprobó la declaración del Estado de Alarma, con lo que las actividades previstas se han visto considerablemente condicionadas. Nuestra opción fue trasvasar a formatos digitales las propuestas que conforman el citado Programa, poniendo a disposición de los diversos colectivos sociales interesados las herramientas que en un principio contemplábamos utilizar en formatos físicos y en modelos presenciales.
Como quiera que la realidad parece que va a ser cada vez más mixta, con una capa digital creciente e inseparable de la capa física convencional, el proceso iniciado nos parece que puede contribuir a consolidar una apuesta preventiva de la que, a continuación, presentamos brevemente algunas de sus actuaciones, a modo de ejemplo.
Propuestas para las escuelas
Propuestas para las familias
Propuestas para la comunidad
Son solo algunos ejemplos de las actuaciones que han conformado la apuesta por la digitalización de la prevención que hemos ensayado, y en la que estamos profundizando como guía para los nuevos tiempos.
Prevenir el abuso de drogas y otras conductas de abuso como las relacionadas con las redes socialesy el juego, requiere acciones diversas y entrelazadas en las que participen los diversos sectores de la comunidad. Con esta intención, el Ayuntamiento de Sestao, en Bizkaia, ha contratado a Fundación EDEX para impulsar un programa que incluye una batería de acciones en los distintos ámbitos de la vida local: la familia, la escuela y el conjunto de la comunidad.
Las familias, pilar básico del desarrollo saludable de niñas, niños y adolescentes participan de las siguientes actuaciones formativas e informativas:
La totalidad de los centros educativos del municipio tienen a su disposición cuatro programas preventivos, así como dos propuestas de formación del profesorado:
La participación de ciudadanas y ciudadanos en el desarrollo de acciones preventivas es uno de los componentes básicos de su éxito. Para ello se ponen en marcha las acciones siguientes:
– Lucía tiene 14 años y el sábado recibió su primera invitación a fumar un porro que rulaba en la cuadrilla. Sintió cierto hormigueo en el estómago y aceptó.
– Alberto tiene 15 años y hace meses que fuma porros. Está convencido de que la medicina ha demostrado que las sustancias que flotan en su humo son buenas para la salud.
– Elena tiene 16 años y lleva uno fumando porros los fines de semana. Al principio sintió algún reparo, pero ahora ya no le preocupa.
– Mikel tiene 17 años y no fuma porros. Entre sus amigas y amigos no es un hábito muy extendido.
¿Qué tienen en común estos cuatro personajes apócrifos? Fundamentalmente, que se encuentran en esa edad imprecisa e inestable que es la adolescencia. De entre los muchos rasgos que la definen, la curiosidad propia de la edad les animará a explorar los distintos territorios que conforman la realidad. Por eso, se impone la necesidad de decidir, entre otros muchos asuntos, cómo se relacionan con el alcohol, con el tabaco y, en el caso que nos ocupa, con el cannabis. ¿De qué depende su decisión? De muchos y diversos elementos de entre los cuales podemos destacar dos:
A alimentar y fortalecer estas dos dimensiones (información y habilidades psicosociales) orientamos el grueso de nuestro trabajo en prevención. A partir de la convicción de que, más allá del humo, lo que realmente importa en prevención son las personas y su competencia para gobernar satisfactoriamente su vida. Por eso no entendemos la prevención como sermonear, sobreactuar, intimidar… Por el contrario, la entendemos como un proceso de diálogo que permita descubrir información útil sobre las sustancias y desplegar habilidades efectivas para construir formas de vida personales y autónomas. Para fomentar este proceso en los últimos años hemos ido creando diversas propuestas:
Además de las propuestas didácticas de programas preventivos como ¡Órdago! y, más recientemente, Unplugged, que, precisamente en este campo de la prevención del abuso de cannabis, ha mostrado resultados interesantes.